Rastreando el impacto del diseño

Ahora en su tercera edición, la conferencia  What Design Can Do (WDCD) explora el impacto global del diseño, llevando al centro de Ámsterdam del 16 y 17 de mayo, un impresionante y geográficamente diverso espectro de ponentes —artistas, diseñadores, arquitectos , urbanistas, educadores e investigadores— de una amplia gama de campos. Su carácter multidisciplinar y programa experimental —con talleres, breakout sessions, conferencias, construcción de catálogos en vivo y varios eventos alrededor de la ciudad durante la duración del evento—, junto a una dimensión "activista" (como la conferencia se describe a sí misma), hacen de este evento de diseño uno de los más interesantes del hemisferio norte. Domus habló con el director general de la conferencia, Richard van der Laken —que también dirige el estudio de diseño gráfico De Designpolitie—, en anticipación de la edición de 2013 a finales de esta semana. Entre los participantes de esta edición se encuentran el artista mexicano Pedro Reyes, el jefe de diseño de Twitter Mike Kruzeniski, el diseñador de la India Kiran Sethi, y el editor en jefe de Wired Italia Carlo Antonelli.

Vera Sacchetti: En un mundo lleno de conferencias y eventos de diseño, ¿qué te llevó a realizar WDCD y qué lo hace diferente?
Richard van der Laken: Después de haber visitado muchas conferencias y eventos en todo el mundo, nos dimos cuenta de que a Holanda le faltaba un evento de diseño multidisciplinar con un entorno internacional. Como una nación conocida por su diseño —y con eventos como la Semana del Diseño Holandés, la Bienal Internacional de Arquitectura de Rotterdam entre otros—, pensamos que sería bastante lógico crear un evento anual en Ámsterdam para discutir cuestiones urgentes de nuestro tiempo y darnos cuenta de lo que podemos contribuir como diseñadores a estas preguntas.

Siguiendo esta idea, escribimos un plan muy simple en unas cuantas hojas de papel A4, discutimos con un pequeño grupo de diseñadores, arquitectos y creativos, y fue muy bien recibido. Realmente se podía sentir la energía y nos sentimos la urgencia de hacerlo. Este tipo de génesis hace que este evento sea diferente a los demás: fue iniciado por los propios diseñadores holandeses, y creo que si hubiéramos tenido cero euros, aun lo habríamos hecho.

Desde una noche de lluvia de ideas para el primer evento en 2011, ¿cómo evolucionan las cosas?
Le presenté el concepto a algunas personas y muchas organizaciones se interesaron. Al principio creyeron que la escala estaba fuera de su alcance, pero estaban seguros del mensaje: estamos aquí para quedarnos y no nos podemos ahogar en las muchas pequeñas iniciativas que ya existen. Nuestro objetivo es ser la conferencia de diseño multidisciplinar más grande de Europa, con una audiencia internacional. Todo comenzó de una manera muy simple, con nuestra propia red, y el siguiente paso fue llegar a gente nueva. Constantemente estamos construyendo esta red.

Desde la primera edición, que siempre hab tenido un grupo muy internacional de presentadores. En 2011 aun no era muy común tener como ponente principal a diseñador de la India o Brasil. ¿Estuvo esto en su plan original?
Siempre hemos tenido oradores de diferentes países. El año pasado tuvimos ponentes de Colombia y Nigeria. Estas personas son invitadas ya que trabajan en circunstancias muy diferentes, contextos difíciles, e incluso en esos escenarios se demuestra lo que el diseño puede hacer, donde puede hacer una diferencia, ya sea si eres diseñador gráfico o moda. En un principio tenía la idea de que nosotros, los diseñadores holandeses, estabamos muy desarrollados, pues hay mucha conciencia del diseño en Holanda. Pero como diseñador holandés puede llegar a ser un poco desinteresado. Es importante escuchar lo que la gente del otro lado del mundo está haciendo. Es lo que necesitamos ahora, de otra manera el diseño holandés puede llegar a ser muy indulgente con si mismo.

Parece WDCD ha evolucionado de un evento enfocado en el diseño social, a otros temas como la comida y la tecnología.
Cada acto diseño es un acto social. Siempre se trabaja en un contexto en el que haya otras personas involucradas. Siempre hay algún tipo de interacción social o relevancia. Después de la primera edición, me sorprendió que muchas personas lo identificaron como un evento de diseño social, y la segunda edición tuvimos algunos diseñadores que podrían encajar en este campo de diseño social —Marcelo Rosenbaum, Cameron Sinclair, Febrik. Pero eso no es de lo que WDCD se trata, es sobre el impacto y la pertinencia del diseño, también a nivel social.   Entonces es más sobre el impacto que el diseño puede tener en todos los escenarios que sea posible.
Sí, la cultura, la economía, la sociedad en general. Siempre tiene algún tipo de un componente social. En muchas maneras hemos evolucionado. Tenemos una especie de consejo editorial, y en cada edición nos centramos en los diferentes temas. Ahora tenemos un muy fuerte enfoque en los nuevos medios de comunicación, la tecnología digital y el impacto que esto tiene en nuestra sociedad. También nos enfocamos en cosas como la comida, y luego cuestiones de más actualidad: este año nos estamos centrando en la publicación. La conferencia es también un vehículo —queremos contar una historia sobre la importancia del diseño. Para nosotros es muy importante para lanzar un llamado a la acción de los propios diseñadores: ¿cuál es su relevancia como diseñador?, ¿qué estás poniendo en la mesa? Después de que el funcionalismo temprano siglo 20, el diseño se desarrolló de una manera muy extrema. Tuvimos la década rugiente de 1990 y la década de 2000, cuando los diseñadores estaban haciendo piezas únicas que luego se vendían a precios exorbitantes, y luego se desató la crisis, y de pronto, banqueros, carniceros, periodistas y diseñadores, todo el mundo se percató de que algo había cambiado. Que teníamos que hacer las cosas de una manera diferente. Y así, preguntamos, ¿qué pueden los diseñadores añadir a este contexto? Ese es nuestro llamado a la acción.

Has descrito la conferencia como una conferencia activista, y me parece que es un componente importante —un aspecto en tiempo real, ya que los participantes "se ensucian las manos" al participar en talleres y sesiones de trabajo, y un libro se crea como la conferencia se desarrolla.
Este componente da al evento un sentido inmediato de actividad. La palabra activista es un poco problemática, ya que la gente percibe como relacionado con la protesta. Lo que realmente significa es estar activo, hacer algo. Nos parece muy importante, y es una de las razones por las que en la próxima edición nos centramos mucho más en las llamadas breakout sessions. La conferencia sucede cuando te sientas en la silla, escuchando lo que la gente tiene que decir. Estas sesiones de trabajo, sin embargo, están ahí para adentrarte en todo tipo de temas, y esperamos llegar a respuestas o preguntas nuevas. El año pasado tuvimos alrededor de 5-6 por día, y este año tenemos alrededor de 12, por lo que es casi va a ser un acontecimiento en sí mismo. Estamos haciendo cosas fuera de la sede principal de la conferencia —desarrollándolos con socios como la Design Academy Eindhoven, el New Institute, en la tienda la Apple que se encuentra muy cerca de la conferencia y también en la plaza frente al teatro Stadsschouwburg, que lo hace accesible para todos. Si no puedes pagar un día entero, aún puedes unirte desde afuera.   Para una conferencia que empezó como un esfuerzo a nivel local, es interesante que se las arregló para conectar a muchas agencias e institutos nacionales.
Esto era algo en lo que yo trabajé mucho. Esta es una conferencia para todo el mundo, y debemos ayudarnos unos a otros. Estamos en esto juntos como una comunidad de diseño holandés, y estamos intentando hacer un evento de diseño relevante.

Del 16 – 17 de mayo 2013
What Design Can Do
Stadsschouwburg Theatre
Leidseplein 26, Ámsterdam