Piensa Madrid

El espacio dialéctico que promueve la plataforma Piensa Madrid —curado por Ariadna Cantis y Andrés Jaque— desde hace cinco ediciones, abre un espacio para la participación política y urbana en la ciudad; una condición particularmente relevante en tiempos de crisis.

El contexto actual de la crisis económica que acontece en Europa, y en concreto en España, demuestra la relevancia de Piensa Madrid como una plataforma que utiliza como foco de debate la situación actual y el futuro de la capital española. A pesar de que esta propuesta nació cinco años atrás —llevándose a cabo desde entonces en la Casa Encendida—, ahora más que nunca es importante dirigir nuestra atención a este tipo de plataformas de pensamiento, puesto que presentan una oportunidad dialéctica y de participación entre el espacio urbano político y el espacio urbano en crisis. Por esto mismo, el espíritu de la dialéctica ha sido uno de las estrategias esenciales que ha originado las diferentes controversias tratadas en cada una de sus sesiones: ¿Es posible la autogestión como modelo de ciudad? ¿La arquitectura metropolitana puede ser un producto exportable? ¿Los trabajadores de sexo están suficientemente representados en la gestión de la ciudad? ¿Puede un huerto convertirse en la herramienta de evidenciación ecológica urbana? Con esta serie de controversias, los participantes de Piensa Madrid han ido construyendo sucesivas fases de evaluaciones, discusiones y propuestas que plantean nuevos entornos operacionales en Madrid para el futuro de la arquitectura y para el futuro de la ciudad.

Durante sus últimas ediciones, esta plataforma ha reunido a importantes pensadores tanto internacionales como locales provenientes de diversas áreas —urbanismo, activismo, arquitectura, sociología, artes plásticas, asociaciones y movimientos vecinales— y que han sido los invitados a discutir acerca de la realidad de la ciudad, siempre desde un punto de vista crítico y propositivo. Entre los invitados, cabe destacar asociaciones, empresas y colectivos activos en la ciudad de Madrid tales como traficantes de sueños, paisaje transversal, idealista.com, Campo de la Cebada o Asociación de Vecinos del Nudo Sur de Madrid, también figuras del panorama crítico vinculadas al desarrollo ideológico de las ciudades como José Maria Ezquiaga, Juan Freire, Marie Vanhamme o José Pérez de Lama, y oficinas de arquitectura madrileñas que trabajan de forma transformadora en la capital como PKMN, Zuloark, Nerea Calvillo o Uriel Fogué.

Piensa Madrid incentiva la dialéctica como motor evolutivo, trasparenta la protesta como motor de propuesta y pretende dar voz a al nuevo sistema emergente cultural, social y ecológico que es la ciudad. El Madrid del futuro se está gestando ya en las periferias, en la concienciación y la participación ciudadana, en los espacios democráticos independientes y en la expectación optimista de los madrileños.

Gonzalo Herrero Delicado y María José Marcos de DOT Agency se sientan con Ariadna Cantis y Andrés Jaque, curadores de Piensa Madrid para hablar sobre el encuentro.

Principal: Filósofo Jordi Claramonte (Centro Social Autogestionado La Tabacalera) durante Piensa Madrid 5 en la Casa Encendida. Foto: Enrique Escorza. Arriba: (izquierda-derecha) Andres Jaque (co-curador de Piensa Madrid), Nita García (representante vecinal), Begoña Marugán (socióloga), Carmelo Rodríguez (arquitecto, PKMN), Manuel Pascual (arquitecto, Zuloark), Jordi Claramonte (filósofo, Centro Social Autogestionado La Tabacalera) y Agustín López (presidente del colectivo COGA del LGBT de Madrid) en Piensa Madrid 5 en la Casa Encendida. Foto: Enrique Escorza

Conversación con Ariadna Cantis, comisaria de Piensa Madrid.

Maria Jose Marcos, Gonzalo Herrero Delicado: ¿Qué es Piensa Madrid y cuáles son sus objetivos?
Ariana Cantis: Piensa Madrid es una plataforma independiente de evaluación, discusión y propuesta de la ciudad de Madrid. Su objetivo es reunir a algunos de los más importantes activistas, urbanistas, representantes de afectados, profesionales y artistas a discutir cuales son las realidades de la ciudad, de qué maneras pueden llegar a evolucionar, y cuáles serían las opciones que es necesario apoyar. Piensa Madrid es una plataforma que propone un debate transversal.

Control de tiempo durante Piensa Madrid 5 en la Casa Encendida. Foto: Enrique Escorza

¿Cuál ha sido la evolución de la plataforma en estos cinco años?
Piensa Madrid surgió hace 5 años, ante el brutal crecimiento de la ciudad y sus transformaciones, invitando a pensar y reflexionar en la complejidad de unos procesos marcados por fenómenos demográficos, sociales, económicos, urbanísticos y culturales. Lo que nos llamaba la atención entonces era que nadie se paraba a pensar sobre estos temas...existía un vacío total de debate, hoy en cambio los grupos de pensamiento se han multiplicado.

Tras 5 años de Piensa Madrid, que cambios sociales, urbanos o políticos crees que se han producido en la propia ciudad, si es que los ha habido.
Desde Piensa Madrid pretendemos dar voz a quien no la tiene y estructurar las voces existentes. Piensa Madrid propone un debate abierto, democrático y horizontal. Tratamos los cambios urbanos relativos a su crecimiento, cambios espaciales y cambios sociales, gentrificación de barrios; aquellos cambios que no se ven o que no resultan tan obvios.

La ciudad es un proyecto coral, la ciudad no se construye sólo con arquitectos y urbanistas. Se debe dar voz a los ciudadanos y a los expertos. La ciudad tiene que ser capaz de escuchar. Madrid es una constelación de situaciones.
Una de las iniciativas en el Campo de la Cebada. Foto: Campo de la Cebada

El proyecto Piensa Madrid empezó con una incipiente crisis, y en esta última edición, esa crisis está más que asentada en todos los sectores. ¿En qué manera ha influido esto en el comisariado de Piensa Madrid?
La plataforma Piensa Madrid se adelantó a la crisis, de forma intuitiva o no tan intuitiva. Hablamos de ocupación del espacio público mucho antes de los procesos actuales de ocupación. Desde Piensa Madrid entendemos la crisis como oportunidad, tanto de reflexión como de pensamiento y de acción.

Entre los participantes se detecta una evolución, desde una primera edición marcada por ponentes internacionales a esta última en la que todos los participantes están vinculados directamente a Madrid. ¿A qué se debe esta evolución hacia una visión introvertida de lo que supone Madrid?
La primera edición propuso una evaluación de la ciudad de Madrid, analizada y diagnosticada por un grupo de expertos nacionales e internacionales en dos grandes temas: territorio y sociedad. Las sucesivas ediciones fueron intencionadamente implicando a los agentes que estaban trabajando en Madrid: laboratorios, talleres de pensamiento que empezaron a organizarse y trabajar en la ciudad, dando así visibilidad a su trabajo. El formato respondía a acciones temáticas como son: la aparición de laboratorios y activismo; la cultura y su evolución en una ciudad donde se concentra la cultura institucional local y nacional y los espacios alternativos; la noche…, etc. En una ciudad cuyo último plan general es de 1997, sin duda requiere una revisión contemporánea capaz de aunar y compatibilizar las propuestas desde la administración con las de los ciudadanos bajo la mediación de expertos.

El Madrileño del Año de PKMN durante la Noche en Blanco, September de 2010. Foto: PKMN

La presencia de arquitectos ha sido permanente en todas las ediciones aunque ha ido disminuyendo en pro de una mayor presencia de agentes que normalmente no tienen cabida en este tipo de foros como asociaciones de vecinos o de colectivos sociales minoritarios. ¿Qué conclusiones sacas del rol que debe jugar o que está jugando el arquitecto a la hora de pensar las ciudades?
La ciudad es un proyecto coral, la ciudad no se construye sólo con arquitectos y urbanistas. Se debe dar voz a los ciudadanos y a los expertos. La ciudad tiene que ser capaz de escuchar. Madrid es una constelación de situaciones. Unas veces frágiles y otras veces potentes asociaciones de factores económicos. Madrid ya no puede seguir construyéndose de forma fragmentada. Es necesaria una visión global. Alejarnos y ampliar el zoom para diagnosticar los problemas y resolverlos con mayor distancia. En Piensa Madrid nos hemos dado cuenta de que hay que ver las cosas desde una perspectiva más amplia.

Plan Extinción de PKMN en Cienfuegos, Quirós, Asturias, un pequeño pueblo que sobrevive gracias a sus siete residentes permanentes, algunas familias que pasan el invierno y otros que están ahí durante el verano. Foto: PKMN

Conversación con Andrés Jaque, comisario de Piensa Madrid.

Maria Jose Marcos, Gonzalo Herrero Delicado: En muy contadas ocasiones ha habido implicados políticos en la plataforma Piensa Madrid, ¿piensas que la dicotomía entre la sociedad y los dirigentes políticos es cada vez más pronunciada?
Andrés Jaque: Piensa Madrid es considerado como un estadio, donde la ciudad podría acontecer colectivamente, no sólo como base del consenso sino haciendo explícitas las controversias que contiene. Nosotros enfrentamos a expertos los cuales están afectados por sus decisiones, con representantes de académicos, artistas, activistas y minorías. Es un intento trasportar lo urbano al campo político. Es importante reconocer que hay un número de tejidos políticos que se enfrentan a la política de las partes. Una vez que se enfrentan estos tejidos es entonces cuando son reconocidos, la discusión puede ser mucho más detallada. Pero hemos tenido políticos como Ángeles Albert, la persona que promovió el Centro Autogestionado Tabacalera de Madrid o Timothy Chapman, el responsable actual de las políticas culturales municipales.

Piensa Madrid, Visita al Gallinero Cañadas Reale, Galiana, Madrid, 2008. Foto: PKMN

Madrid es, junto con Berlín, una de las ciudades europeas con mayor número de manifestaciones al año, llegando a casi 1,750. Está claro que los ciudadanos se implican cada vez más en las agendas políticas y en las decisiones que conllevan. ¿Crees que este levantamiento social tiene una repercusión real en las arenas políticas?
Por supuesto. Por un lado, en Madrid actualmente los colectivos son un importante tesoro del saber hacer en las técnicas de discusión o incluso en el uso del lenguaje. Este es sin duda el resultado de la intensa actividad de asamblea llevada a cabo en la ciudad en los últimos cinco años. Poco a poco se está convirtiendo no sólo en una colección de protestas efímeras, sino en una atmósfera social en sí misma, donde se están experimentando vidas alternativas que luchan contra las regulaciones financieras mundiales y las hegemonías productivas. Sólo una minoría radical es la que habita en estas atmósferas, pero una gran parte de las sociedades forman parte de ellos de alguna manera. Pero para ser honesto, desde mi punto de vista, la forma en que hablamos de las ciudades está obsoleta. Y eso es una parte importante de todo el asunto. El capital se mueve de una ciudad a otras y deslocaliza los espacios. Los efectos de las inestabilidades actuales están afectando a los sectores de población de Madrid, Hamburgo y Lima, y están proporcionando riqueza a pequeñas partes de los actores que operan en las mismas ciudades. Los conjuntos urbanos no coinciden con las ciudades estáticas. El acceso o exclusión de conjuntos urbanos privilegiados es el mecanismo por medio del cual la realidad urbana del mundo están ganando la desigualdad.

¿En qué manera Piensa Madrid debate esos procesos necesarios para llegar a crear cambios reales?
Al igual que Dewey propuso: entrar en los detalles de cada situación. Detectando quiénes son parte de los procesos y ponerlos juntos. No tenemos la intención de crear rápidamente los cambios que hay, sino para contribuir a activar un clima.

Piensa Madrid lab en La Casa Encendida, 2008. Foto: PKMN

En los debates de Piensa Madrid siempre ha habido una gran presencia de personas vinculadas al mundo de la cultura ¿qué relevancia crees que tiene la cultura a la hora de pensar el futuro de una ciudad?
Madrid es sin duda una ciudad orientada a la cultura. Las instituciones que negocian con ella, tanto oficiales como informales son numerosas y su contribución a la realización de las realidades diarias es de vital importancia para entender la ciudad.

¿Puede ser la cultura el medio catalizador para que los ciudadanos puedan realizar cambios reales en las políticas de gestión de las ciudades?
La cultura no es una parte independiente de la realidad. Es parte de las economías, las sociedades, las sensibilidades compartidas. No lo hacemos cultura disco. Al discutir la cultura se hace una descripción más inclusiva de lo urbano.

¿Qué conclusiones sacas tras cada edición de Piensa Madrid? ¿Qué efecto real tiene la organización de los debates a la hora de formalizar cambios en Madrid?
No menos de 400 personas, de una amplia gama de edades y procedencias, vienen a cada una de nuestras actividades. Se está construyendo un contexto crítico y relacional en el que Madrid se considera fuera de discusión. Este es probablemente el laboratorio más participativo que Madrid tiene. El efecto que esto podría tener en la transformación real de la ciudad es incierto.