Studio Visit 05: Design, Bitches

Posicionándose en el borde de la arquitectura y la cultura pop, Catherine Johnson y Rebecca Rudolph de Design, Bitches demuestran actitud hacia quienes les gustan las cosas limpias y lindas.

La oficina de Design, Bitches se encuentra en una calle residencial de pre-guerra en la Atwater Village de Los Ángeles. Enfrente: dos motocicletas y un jardín suculento. Atrás: un estudio que parece una covacha y dos gallinas. Fundado por Catherine Johnson y Rebecca Rudolph, su espacio de trabajo está a solo unas cuadras del antiguo Head Quarters de los Beastie Boys, donde recientemente, un pequeño altar decorado con un ramillete de crisantemos colocado frente a State Farm Insurance, rendía tributo al MCA (Adam Yauch). Entender la localización de Design, Bitches dentro del tejido urbano de Los Ángeles, esa amalgama de cultura baja y alta, de tipologías, etnias y palmeras, es muy útil para entender la localización filosófica de Design, Bitches: se encuentran en el cruce entre la cultura arquitectónica y el pop, imponiendo cierta actitud frente a los disciplinarios que gustan de mantener los límites de la arquitectura limpios y claros.

Para tales efectos, empecemos con el nombre. En el 2010, Rudolph, sufriendo los embates de la crisis económica y dudosa sobre el futuro de la profesión, y Johnson, trabajando tiempo completo en Bestor Architecture, decidieron colaborar en una aplicación para la competencia ARCHIS que organiza la sección de Los Ángeles del AIA. La convocatoria les solicitaba a diseñadores emergentes que respondieran a la pregunta del estado de la arquitectura en Los Ángeles. La propuesta del dúo era una mezcla de colaboraciones previas y escenarios extravagantes que rayaban en la farsa y que subrayaban la decadencia del mercado de la arquitectura y el aumento del formalismo pretensioso. De tal forma, "Design, Bitches" no es el nombre de un despacho o siquiera un adjetivo feminista, es la respuesta al llamado del AIA.

¿La arquitectura es qué? Es diseño, perras.

Todo está en la coma. Es el punto de quiebre en la práctica de Johnson y Rudolph, aquel en que las cosas se unen. "El diseño trata sobre juntar esto y aquello," comenta Johnson. "¿Quién dice que la cultura pop no es igual de inspiradora que Derrida?

La pareja ganó una mención honorífica que cuelga de un muro en la oficina del patio trasero. No está la coma. El AIA no entendió la broma.

La seriedad es la antítesis de la filosofía de Design, Bitches. Si son serias en algo, es en una ética que encuentra humor en lo cotidiano. Johnson y Rudolph son egresadas del posgrado de SCI y las dos son arquitectas licenciadas pero no creen que la disciplina sea sagrada. Junto a la fotógrafa MeikoTakechi Arquillos, crearon Masters of Architecture para la exposición Come In! Les Femmes, exhibida el verano pasado en el A + D Museum de Los Ángeles. Se trata de una serie de fotografías en blanco y negro que –con un aire a Cindy Sherman– recrean poses icónicas en la historia de la arquitectura.

"Dado que apenas durante los últimos 15 años las mujeres lograron ocupar un 15% de la profesión, todos los retratos clásicos son de hombres", comenta Rudolph. En una de las imágenes su único vestuario son unos lentes negros y redondos, un homenaje a Le Corbusier pintando desnudo en la Villa de Eileen Gray E-1027. Es una crítica poderosa a la institución, sin embargo, el ingenio jocoso de Design, Bitches personifica las imágenes, modulando cualquier tendencia estridente.

El trabajo de Design, Bitches está cargado de referencias, pero no es posmoderno en el sentido de aferrarse a tropos historicistas o simbólicos, más bien su trabajo es más parecido a lo que Charles Jencks llama "ersatz eclecticism". De manera voluntaria se desplazan a través de tiempo y cultura. En el Superba Snack Bar en Venice, California, Johnson y Rudolph crearon un ente mutante al mezclar el café parisino con Jeff Spicoli, el famoso surfista pacheco retratado por Sean Penn en Fast Times at Ridgemont High. O más bien, banquetes cubiertos de materiales reminiscentes al poncho característico de Spicoli. Mosaicos de alberca en las paredes del snack bar y marcadores de profundidad sumergen a los visitantes en la era narrativa de los 70's, cuando Venice –también conocida como Dogtown– era el epicentro de las bandas de skaters que constantemente buscaban albercas vacías.

El trabajo de Design, Bitches está cargado de referencias, pero no es posmoderno en el sentido de aferrarse a tropos historicistas o simbólicos, más bien su trabajo es más parecido a lo que Charles Jencks llama “ersatz eclecticism”.
Estudio de Design, Bitches en Los Ángeles

"Las referencias sociales que intentamos integrar en nuestra obra sirven como marcadores y detonantes", comenta Rudolph. "Con suerte, las personas sienten algo al reunir estas pistas con los recuerdos que traen con ellos mismos a cada lugar y que ejercen una influencia en cómo ven las cosas".

Catherine Johnson y Rebecca Rudolph de Design, Bitches en su estudio

Este año Johnson y Robert diseñaron espacios de venta para clientes en la industria de la comida en camiones que están listos para mudarse a locaciones de cemento y ladrillo: Coolhaus, un vendedor de helado que nombra a sus sándwiches en honor a diferentes arquitectos y Grill 'Em All, un camión que sirve hamburguesas con una guarnición de heavy metal. Design, Bitches manejó la transición de cuatro ruedas a cuatro paredes con un énfasis en la experiencia material y gráfica de cada espacio. Ambas marcas se prestaron a expresiones vibrantes. El interior de mosaico blanco de Coolhaus es claramente tranquilo, con letreros inflables brillantes, haciendo homenaje a Andy Warhol, el rey del pop original. El Valhala de las hamburguesas rockeras de Grill 'Em All , en Alhambra, California, mezcla triplay sin pintar y vinilo rojo con murales de hechiceros pintados por el artista Andy Anderson. La inusual fuente de inspiración: los garajes utilitarios y los sótanos, el tipo de lugares donde una banda practica.

Estudio de Design, Bitches en Los Ángeles

"No se supone que sea profundo," aclara Rudolph cpn una carcajada. "En el espacio ves cosas que te recuerdan a otras cosas, por lo que es un lugar divertido para estar. Si eres un arquitecto "serio" puede que no estés dispuesto a hacer esto".

Estudio de Design, Bitches en Los Ángeles

El fenómeno en Los Ángeles y sus alrededores de camiones de comida a menudo es aclamado como un producto sorprendentemente exitoso que resultó de la crisis. Las loncherías móviles son emprendedoras y experimentales por naturaleza. También son una manera astuta y barata de poner a prueba nuevas ideas. El crecimiento de la práctica de Johnson y Rudolph es un paralelo que refleja tendencias culturas y económicas de mayor envergadura. En cierta forma, Design, Bitches es un camión de comida arquitectónico, un despacho joven sin mucho que perder en manos de la recesión que trabaja en inventar un nuevo lenguaje de diseño en una escala modesta. "Estamos interesadas en hacer espacios que no sean preciosos y que la gente considere un poco extraños", comenta Johnson. "Hay algo gratificante en los proyectos pequeños, donde se realizan pequeñas incisiones en el tejido urbano en lugar de gestos monumentales". Mimi Zeiger (@loudpaper )

Estudio de Design, Bitches en Los Ángeles
Estudio de Design, Bitches en Los Ángeles
Estudio de Design, Bitches en Los Ángeles